u ediciones es gabriel francini
Gabriel Francini nació el 30 de marzo de 1982 en Buenos Aires. Es bibliotecario, músico y poeta. Publicó los libros de poesía Canciones (Tantalia, 2005), Nadir de Ardora (Huesos de jibia, 2014), Deshacer (El mono armado, 2017), El sueño de la nada (Huesos de jibia, 2017), La plenitud de la ausencia (Cave librum, 2017) y Rayar (La yunta, 2018).
extracto del libro
44
Cómo tocar el humo,
vaivén que entrelaza la luz y la sombra.
Algo alrededor de un corazón somnífero.
Todos los silencios,
los círculos de piedra en las venas
donde no sé mi nombre.
Me llaman las flores que funden la voz de nadie,
un canto sin forma. Para mi cuerpo de chicharras
todo sol es de tierra.
Sangrando miel enciendo vientos
que me roban.
La luna parece pensamientos.
13
Horas en que el sol es otra luna
se acercan al oro negro.
Late un grito.
En el vientre del instante
explota la eternidad.
Quiero ver entre los ojos cicatrices luminosas
y espuma.
Vuelo sobre arenas claroscuras.
La senda que se fue será polvo
cubriendo llagas
o soy un camino inexorablemente lejos
de cualquier cosa.
Flores frías torcieron la línea
entre el óxido y la deformación, poema cenagoso.
Yace un canto en las hojas del viento
y calla palpitando
frente al delirio extático del sol.
Huyendo cielo mi nada hunde
la vida más rara, raya tinieblas radiantes.
24
Las horas se marean bordeando
un límite impreciso.
Caerán partículas vagabundas
o lágrimas. Algo volátil se pierde,
nacen del caos tornados idos
y la niebla tiembla,
la sangre vaciada se lleva las olas
volviendo de las estrellas.
En la aniquilación anquilosada desatá mi cuerpo,
poema refractario de un astro no oído.
Yo seré el río que desborde
tu secreto más fundido con el viento.
50
Me negaba y anegaba en charcos
de humo astral. Parecía la sensación
que vive en un cristal agrietado.
Caeré como una nube sobre mi tumba.
Desérticos los restos carbónicos de mi ceniza volcánica.