”Nazareno descubre que la mejor manera de escribir sobre fútbol es riéndose, y que le mejor risa es la que viene de la exageración de la propia lengua. Nazareno tiene un mucho de rabelesiano y un nada de melancólico. Bátase todo eso junto, condiméntese con mucha irreverencia y suficiente desparpajo, y sírvase en estos noventa minutos con algo de tiempo adicional.”